Bienvenidos de nuevo a nuestra V&T: Aula del vino!

Empecemos por el principio!

Iniciamos la fermentación con el mosto de uva, que previamente ha sido obtenido a partir del estrujado o prensado de la mismo, durante la vendimia. La uva como tal, contiene varios componentes como vitaminas E y B, antioxidantes y potasio, así como azúcar y levaduras, y que van a ser los dos grandes protagonistas de esta historia.

En un espacio controlado por temperatura y tiempo, las levaduras actúan en un proceso de transformación por el cual los azúcares se convierten en alcohol.

Durante este periodo de tiempo el oxígeno y el azúcar se van agotando, motivo por el cual finalmente las levaduras mueren, y   poco a poco se van precipitando al fondo del depósito.

Como resultado de esta transformación obtenemos el apreciado vino, así como otros elementos secundarios.

                        Levaduras   Signo Más Sin Fondo     Azúcar      Resultado de imagen de signo igual   Ver detalle de imagen relacionadaVino

 

 

A partir de aquí, el vino seguirá su camino, un largo proceso que finalmente le llevará a nuestras mesas, en las que seguramente será el protagonista indiscutible de numerosos ágapes, catas o chateos con amigos!

Comentaros que como parte del proceso de vinificación de un vino, podemos hablar de otro tipo de fermentación, es el caso de la Maloláctica, siempre posterior, incluso en ocasiones seguida de la alcohólica.

No se realiza en todos los tipos de elaboraciones, principalmente en vinos que destácan por unas cifras de PH y grado alcohólico óptimas para estos casos.

Una de sus principales funciones, es la de transformar el ácido málico (aquel que nos aporta notas más cítricas) en ácido láctico (notas más suaves que nos recuerda al iogurt),  y que en definitva nos ayuda a reforzar las notas frutales y una mayor estabilidad de color, que junto con un paso por barrica da como resultado grandes caldos.

 

Muchas gracias, nos vemos muy pronto en V & T: El Aula del vino,